Sara firma los libros con su mano izquierda y, luego de escribir una dedicatoria con un bolígrafo de tinta rosa, les coloca dos sellos que saca de un pequeño bolso que siempre lleva con ella. Un lobo y una orquídea son las figuras elegidas para marcar El cielo está vacío, su cuarta novela, que presentó este sábado en su ciudad natal durante la Fiesta del Libro y la Cultura. Como explica la misma Jaramillo Klinkert, esos sellos ya son su sello propio: para cada nuevo libro manda a hacer figuras distintas, que además –dice entre risas– ayudan a compensar su letra.

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Ese lobo es, en realidad, la representación de la mujer-loba que protagoniza su nueva novela, cuya historia comienza cuando

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