Este equipo tripero es muy simple de analizar. No tiene generación de fútbol, su doble cinco no se impone en la mitad de la cancha y si los externos pierden los duelos individuales, los delanteros quedan desconectados del resto del equipo. No hay plan B. Y si lo hay, es el ingreso de jugadores de buen pie pero sin dinámica para forzar un partido. Todo eso, junto, le pasó en los 90 minutos de la derrota 3 a 1 frente a Unión en el Juan Carmelo Zerillo.

Apenas pitó Sebastián Martínez, el hincha mens sana intuyó que no sería una tarde fácil. No iba un minuto cuando Gimnasia tuvo la primera señal de alerta cuando Unión se adelantaba en el marcador pero el asistente Lucas Pardo marcó un fuera de juego de Tarragona ratificado por el VAR. De todos modos, un aviso para la defensa tripera, con much

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