Álex Anwandter siempre se ha desentendido de estrategias para posicionarse en el pop bailable de la región. Pero en el último ha radicalizado esa actitud al extremo de no respetar tiempos razonables dentro del ciclo creación – publicación – promoción y representación en vivo de un disco.

Es que el cantante y productor chileno demoró apenas un año en separar un disco del otro. Efectivamente, ese es el tiempo transcurrido entre El diablo en el cuerpo (2023) a Dime precioso (2024), que presentará este viernes en Studio Theater (Rosario de Santa Fe 272).

Y la cuestión se acentúa al notar que no hay continuismo conceptual de una obra a otra: mientras que en El diablo en el cuerpo se metió de lleno en la Maricoteca (de hecho, su punto más alto se titula así), y se deja arropar por Buscabulla,

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