La clave está en los estomas , esas aperturas microscópicas o poros por los que las plantas intercambian gases (el CO₂ de la fotosíntesis) y pierden agua a través de la transpiración , cuenta Armando Albert, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ( CSIC ) . Ha sido analizando la manera en que la planta regula esos microporos lo que ha inspirado al equipo de Albert en el desarrollo de una molécula a la que han llamado cianobactina invertida (iCB) . "Hemos logrado que esta molécula realice la misma función que la hormona que cierra de modo natural los estomas", explica el científico del Instituto de Química Física Blas Carrera (IQF-CSIC). ¿Y qué han conseguido con eso? "Pues que la planta ahorre agua , que deje de realizar la evaporación y que, por

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