A Boca le quedó un sabor amargo ayer porque jugó bien en Arroyito. De visitante, contra uno de los candidatos a llegar lejos en el Clausura, mostró una mejora clara y constante respecto al equipo que solía ser semanas atrás. Ese gol olímpico de Ángel Di María lo privó de llevarse tres puntos de oro.
Cuando Rodrigo Battaglia puso en 1 a 0, la ventaja Xeneize sobre Rosario Central estaba justificada por haber sido mejor al inicio del cotejo. Una vez que la igualdad se hizo presente, el trámite ganó en paridad, aunque los dirigidos por Miguel Ángel Russo tuvieron sus aproximaciones como para ganarlo. De todas maneras, las bases sólidas están para que el técnico continúe construyendo sobre ellas. En esa búsqueda, no debe permitir que actitudes individualistas afecten el convencimiento co