La 80.ª edición de la Vuelta a España tenía que ser una celebración para conmemorar esta histórica efeméride. Sin embargo, ha acabado siendo todo lo contrario, con una última etapa en Madrid que ha terminado antes de tiempo debido a las protestas propalestinas, que han sido protagonistas durante toda la carrera. Los ciclistas fueron parados cuando se encontraban a 56 km de la meta y la organización de la competición se vio obligada a suspender la última jornada, creando un seísmo político y social que ha dado la vuelta al mundo y que también ha abierto un debate sobre el futuro más inmediato del ciclismo español y europeo.
La Vuelta a España alimenta una preocupación…
La etapa final de Madrid ha sido solo la punta del iceberg de unas protestas que han sido constantes en varias pa