Pedro Sánchez mantuvo este lunes su respaldo a los manifestantes que un día antes lograron la suspensión de la última etapa de la Vuelta ciclista a España , celebrada en Madrid, en protesta por la participación de un equipo israelí. Pero el presidente del Gobierno también fue un paso más allá, defendiendo a las claras por vez primera la expulsión del país de Oriente Próximo de todas las competiciones deportivas, una medida a la que hasta ahora los ministros socialistas solo habían abierto la puerta de manera tentativa.
“Nosotros rechazamos la violencia. Sentimos respeto y admiración por nuestros ciclistas. Por eso se puso ayer su seguridad por delante de cualquier otra cuestión. Pero también sentimos respeto y admiración por una sociedad civil española que se movilizó contra la