Los pescadores del sur de Trinidad y Tobago ven sus medios de subsistencia en riesgo a medida que aumentan las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela en aguas del Caribe pero, a pesar de los peligros, necesitan echarse al mar para sobrevivir.

Con los buques de guerra estadounidenses intensificando sus operaciones contra los carteles de drogas en la región y la Guardia Nacional de Venezuela reafirmando su presencia en la zona, que es también blanco de ataques de piratas, los pescadores locales afirman a EFE que el mar se ha vuelto traicionero.

Dos veces esta semana, pescadores de las aldeas costeras de Bonasse y Fullarton, en Cedros, reportaron haber sido interceptados —a veces por piratas, a veces por fuerzas oficiales—, lo que los dejó conmocionados y preguntándose si podrán ma

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