La noche del 6 de septiembre, Liz Fiorela Collantes Llanos , una joven de 19 años del distrito de Yanajanca , provincia de Marañón, salió de casa rumbo a la discoteca Oasis junto a su enamorado, identificado como Juan Carlos. Desde entonces no volvió a su hogar y su desaparición se convirtió en el inicio de una tragedia que hoy conmociona a toda la región Huánuco.
Durante dos días, su madre, Nélida Llanos, acudió a la comisaría de Yanajanca para denunciar que su hija no regresaba. Sin embargo, lejos de recibir apoyo inmediato, los policías habrían minimizado la situación, asegurándole que probablemente estaba con su pareja y que regresaría pronto. Esa demora resultó fatal.
El cuerpo de Liz Fiorela fue encontrado días después en una zona agreste del caserío Nuevo Jaén, en Santa Rosa