Alejandro Rebossio

Que la Secretaría General de la Presidencia done rezagos decomisados por la Aduana, desde autos, celulares y aires acondicionados hasta ropa y comida imperecedera, siempre fue habitual en todos los gobiernos. El anterior repartió a organismos públicos propios y a provincias y municipios amigos. Lo nuevo del gobierno de Javier Milei, el que vino a terminar con “la casta” política, es que no sólo mantuvo las prácticas de su antecesor peronista sino que la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y su número dos, el subsecretario Eduardo “Lule” Menem, empezaron a repartir lo que incautó el Estado a fundaciones y asociaciones civiles, muchas de las cuales están vinculadas a diputados y militantes libertarios.

Desde el comienzo de la administración libertaria, aq

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