“LAT” viene de Living Apart Together (“vivir aparte, juntos”) y describe a parejas estables—casadas o no— que deciden no compartir casa. No se trata de relaciones “a medias”, sino de un arreglo deliberado: mantener el vínculo afectivo sin convivir bajo el mismo techo. Aunque suene poco común, las cifras oficiales muestran que cerca del 3% de los matrimonios o uniones civiles viven así.
El caso de Margaret y Peter ilustra el modelo en versión extrema: ella en Londres y él en Brisbane, Australia, con visitas cada 12 a 18 meses. Según cuentan, siguen siendo una pareja fiel y feliz. Ella reconstruyó su vida profesional—hoy trabaja en el Real Colegio de Cirujanos—y social en Reino Unido sin “dejar de estar casada”. Él prefirió quedarse en su casa familiar y continuar su rutina. ¿La cla