Diseñada en 1991 por el nieto de Frank Lloyd Wright, Eric, en las colinas de Hollywood, la casa que el director David Lynch vivió por 35 años está a la venta con un precio de mercado de 15 millones de dólares.
La publicación ya desató iniciativas para crear fundaciones y museos, y una fuerte movida en redes sociales pidiendo su preservación .
Se trata de una propiedad muy especial, ejemplo temprano de la arquitectura moderna, orgánica de mediados de siglo, con gruesas geometrías, muros y vidrio que desdibujan los límites entre el interior y el exterior.
Son los muros en los que se firmaron escenas icónicas de Carretera perdida y los interiores desde los que el autor de Mulholland Drive y Blue Velvet compartió con el mundo sus inolvidables reportes climáticos, durante la pandemia.