Redacción Ciencia, 15 sep (EFE).- Las primeras evidencias de momificación se remontan a hace más de 10.000 años entre las sociedades cazadoras-recolectoras preneolíticas del sur de China y el sudeste asiático, que ya usaban el humo para desecar y conservar a sus muertos.
Aquellos entierros del final del Pleistoceno y del Holoceno temprano a medio (entre 12.000 y 4000 años antes del presente) se caracterizan por posturas encogidas o en cuclillas, a veces con indicios de desmembramiento post mortem y, a menudo, con rastros de quemaduras, según un estudio que publica Pnas.
Estas prácticas funerarias contrastan con los entierros neolíticos posteriores, en los que los cadáveres se colocaban en posición supina extendida.
Un equipo encabezado por la Universidad Nacional de Australia analizó