Los cambios de hora de primavera y otoño siguen con nosotros pese a que han sido cuestionados durante años, entre otros motivos por los efectos negativos en la salud en los días inmediatamente posteriores. Es difícil no notar el cambio el día que hay que retrasar o adelantar la hora y sentirse trastocado, sin saber muy bien qué hora es, los días siguientes. Diversos estudios muestran, además, que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares dado que se desincroniza el ritmo circadiano, es decir, el reloj biológico interno , afectando a la secreción de hormonas, la presión arterial y la frecuencia cardiaca.

En este contexto, un estudio de la Universidad de Stanford , publicado este lunes en la revista 'Pnas', ha ido un paso más allá al sostener que los ef

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