IQue Dios conserve prendida
mi memoria de lucero
para cantar con esmero
viejas historias queridas.
Forman parte de mi vida
Mariangola y sus sabanas:
en donde la fe cristiana
con el Cristo es tradición,
y empieza la velación
en casa de Feliciana.
II
Esta tradición cristiana,
la fiesta del Santo Cristo,
la hereda Quiroz Francisco
un hijo de Feliciana.
Renombre la fiesta gana
en pueblos de la región;
músicos de acordeón:
Juancito, Eusebio y Betín,
alegran con su festín
al Santo Cristo Patrón.
III
En las verbenas del Santo
Juana Ochoa, la matrona,
en su modesta casona
sonaban los bellos cantos.
Pepe Castro uno de tantos
visitantes de grandeza,
por el amor de Teresa
un Cristo aquí regaló,
y Escalona le cantó
al gesto de su nobleza.
IV
Y llegó Juana de Atuesta
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