Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria, Yemen, Irán y, ahora, Qatar. L a maquinaria de guerra en la que Israel se ha transformado bajo la conducción de Benjamin dentro del sistema internacional de gobiernos y naciones.
El ataque israelí contra Doha, la capital de Qatar, suma un nuevo jalón en la política desenvuelta por una ultraderecha gobernante que, d esde el atentado terrorista concretado por Hamas el 7 de octubre de 2023, no evidencia muestra alguna de apaciguamiento ni tampoco de contemplación frente a la vida en riesgo extremo de aquellos rehenes que todavía siguen en manos de sus captores.
Según los medios israelíes, la operación en Doha involucró a 15 aviones de combate israelíes, que dispararon 10 misiles contra un solo objetivo. Los resultados no fueron los esperados: los