La familia Jiménez Contreras halló en Manizales una entrada a la educación superior. A María Elena, cabeza de este hogar, dos circunstancias vitales la empujaban a la capital de Caldas, y en seguida contempló una oportunidad para el futuro de sus hijos.

“ Vi que Manizales es una ciudad universitaria, que mis hijos podían tener sus estudios y que podían salir adelante ”, admite.

Este escenario es de hace cinco años, cuando, sumado a la crisis que se vivía en Venezuela, a María Elena, una colombiana que migró al país vecino, se le informó que su mamá sería operada a causa del cáncer de seno que padecía en ese momento.

Relata: “ Decidí venirme porque ella estaba solita acá. Bueno, con sus hermanos, pero la iban a operar pronto ”.

Empacó su instituto de cuidado y la esperanza de una vi

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