Taylor Swift asistió al partido entre los Kansas City Chiefs vs. los Philadelphia Eagles en el estadio Arrowhead, pero de manera muy discreta . La cantante llegó acompañada de su madre, Andrea Swift, y su hermano Austin. Para evitar llamar la atención de los medios se protegió tras una pantalla móvil de casi dos metros de altura.
La decisión de usar esta pantalla blindada generó muchas especulaciones sobre posibles amenazas a su seguridad o un embarazo, pero no existe una confirmación de parte de la estrella.