Dr. Fernando A. Herrera M.- En la sierrita de chihuas tengo un jacalito hermoso, de esos de ensueño para soltar el estrés por las exhaustivas e implacables sesiones de trabajo en el Senado.

En Juaritos solo son dos casitas; en la capital otras dos muy modestas, el terreno que me cedió amablemente una viejecita despistada de Juárez, que no la vio venir, y un terreno que un compadre que me tenía lástima y se atrevió con su empatía a cederlo para evitar el embargo de mi pobre casa y que no le he regresado porque, pues él tiene demasiado y yo no.

¡Ah!, sin duda la vida de la cosa pública es para pocos y bien entendidos. Tomar decisiones difíciles y hacer lo que mejor se pueda. ¡Claro!, siguiendo la máxima de hacer patria con patrimonio sin perder el paso.

Al final, sé que a nadie haré feli

See Full Page