Al Gobierno de Gustavo Petro no le sirvió adelantar gestiones diplomáticas ante Estados Unidos para evitar la descertificación, tampoco proponer retornar a la aspersión aérea de cultivos ilícitos (prohibida por la Corte Constitucional en el año 2015), ni sostener reuniones con delegados de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Pese a los esfuerzos de última hora que hizo la administración del cambio ante la Casa Blanca, el país terminó descertificado en la lucha contra el narcotráfico y quedó casi al mismo nivel de naciones como Afganistán, Bolivia, Birmania y Venezuela, que también fueron objeto de esta medida.
En Colombia algo sí cambió: por primera vez en casi tres décadas el país volvió a ser descertificado, tal como sucedió en 1996 durante la administr