La incertidumbre de familias asentadas en la colonia Eco 2000 por no contar con la regularización de sus propiedades se remonta hasta la década de los 90, cuando se compraron viviendas al empresario inmobiliario José Pérez Esparza, quien las defraudó ofreciéndoselas a sabiendas de que estaban fincadas en terrenos bajo una disputa legal.

De acuerdo con el archivo periodístico, cientos de familias fronterizas adquirieron o invadieron viviendas en esa zona de la ciudad, que entre 1994 y 1997 fueron vendidas a pesar de contar con gravámenes sobre algunos de los lotes en los cuales se construyeron las viviendas, o bien, la propiedad de esos predios se encontraba sujeta a diversos juicios.

Desde entonces, la autoridad estatal ha aplicado varios procedimientos de venta de propiedades con facili

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