En el fútbol muchas veces se gestionan renuncias o despidos amparados en la necesidad de “descomprimir” de determinado equipo. Boca parecía una olla a presión mientras transitaba la peor racha sin triunfos de su historia y fueron eyectados de su cargo Mauricio Serna y Raúl Cascini , quienes tomaron la decisión de marcharse. Paradójicamente, el equipo de Miguel Ángel Russo no perdió más desde esa determinación interna. Esto no quiere decir que los ex miembros del Consejo de Fútbol hayan sido el problema, pero la estadística marca que el Xeneize cosechó tres triunfos y dos empates, pero fundamentalmente exhibe otra cara futbolística y mental.
Según pudo averiguar Infobae, Juan Román Riquelme tomó la decisión de mantener este esquema de trabajo con Marcelo Delgado junto a tres de