Karina Milei, Secretaria General de la Presidencia de Argentina, ha decidido retirar la medida cautelar que prohibía la difusión de audios supuestamente grabados en la Casa Rosada. Esta decisión se produce en medio de una fuerte presión de entidades periodísticas y abogados, quienes consideraron que la restricción era un acto de censura previa.

En su presentación ante el juez que había concedido la cautelar, Milei argumentó que los audios no comprometen la seguridad nacional ni la intimidad de su familia. Sin embargo, también afirmó que las grabaciones fueron obtenidas de manera ilegal, con el fin de desinformar y causar daño político y personal.

El Gobierno argentino ha denunciado ante la Justicia Federal una operación de inteligencia que buscaba grabar conversaciones privadas de Karina Milei y otros funcionarios, con el objetivo de desestabilizar al país en plena campaña electoral. Manuel Adorni, vocero presidencial, calificó este hecho como una "maniobra golpista" y aseguró que la denuncia se presentó tras la difusión de los audios de Milei.

Adorni expresó en sus redes sociales: "Se grabaron conversaciones privadas de Karina Milei y otros funcionarios, las que fueron manipuladas y difundidas para condicionar al Poder Ejecutivo. No fue una filtración. Fue un ataque ilegal, planificado y dirigido".

La preocupación en el Ejecutivo ha crecido al conocerse que podrían existir más grabaciones de otros ministros, lo que sugiere que nuevos audios podrían salir a la luz en los próximos días. Esta situación se complica aún más por la reciente difusión de grabaciones atribuidas a Diego Spagnuolo, quien denunció sobornos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).

A pesar de la gravedad de la situación, Karina Milei no hizo referencia a los hechos relacionados con la ANDIS en los registros emitidos por el canal de streaming Carnaval. Desde el entorno oficial, se advirtió que esto podría ser solo el inicio de una serie de nuevas grabaciones que podrían afectar a otros funcionarios.