Las excavaciones comenzaron en octubre de 2024 durante la renovación de un campo deportivo en Simmering. Lo que inicialmente parecía una obra rutinaria se transformó en un hallazgo arqueológico de gran relevancia .
Los obreros encontraron restos humanos entrelazados y dispersos, lo que llevó a los arqueólogos a investigar más a fondo. El equipo de investigación, dirigido por Michaela Binder del Museo de Viena y Kristina Adler-Wölfl del Departamento de Arqueología de la Ciudad de Viena, identificó los restos como pertenecientes a soldados romanos . La disposición desordenada de los cuerpos sugiere que fueron enterrados apresuradamente tras una batalla.
Además de los cuerpos, se hallaron fragmentos de armaduras , clavos de calzado militar y otros objetos de uso co