Marcaba a las mujeres como ganado y las convertía en esclavas sexuales. No eran chicas migrantes víctimas de la trata, sino mujeres de Hollywood o Nueva York millonarias y atractivas. La secta de Keith Raniere llegó a tener miles de adeptas, operó durante 20 años y se expandió por varios países. ¿Cómo pudo ocurrir?

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