Hablar del transporte público en Ciudad Juárez es hablar de un viejo pendiente que todos conocemos y que, sin embargo, parece no tener solución. Cada mañana, miles de juarenses dependen de un sistema que funciona a medias, con camiones viejos, rutas poco eficientes y un servicio que no termina de responder a las necesidades de la ciudad. No es casualidad que el Cabildo haya levantado la mano en febrero de 2024 y pidiera al Gobierno del Estado que transfiriera al municipio el control del transporte público. Una propuesta arriesgada, sí, pero que nace de la desesperación: el rezago histórico y la falta de atención estatal se volvieron insostenibles.
La pandemia terminó por hundir más lo que ya estaba mal. Muchas personas dejaron de usar el transporte público, no solo por temor al contagio,