Durante tres horas, los diputados de la Cámara de los Comunes británica analizaron el nombramiento de Lord Peter Mandelson como embajador en Washington. Una decisión que finalizó con su despido al conocerse los correos que unían a Mandelson con el pedófilo Jeffrey Epstein . Pero en la discusión hubo un ausente: el primer ministro Sir Keir Starmer, quien lo nominó y a quien cuestionaban. Ahora le exigen que presente todos los documentos sobre el caso Epstein.
Starmer está preparando la llegada a Gran Bretaña del presidente Donald Trump para su segunda visita de estado y faltó al debate. Envió a un ministro de la Cancillería británica a representarlo.
Los parlamentarios pasaron tres horas debatiendo el nombramiento y posterior destitución de Mandelson en la Cámara de los Comunes. La líde