El clamor de una madre en Mosquera (Cundinamarca), tras el asesinato de su hija a manos de su expareja sentimental, no puede ser otro que el de justicia. Su dolor no puede convertirse en una cifra más dentro de la absurda violencia que azota a Colombia, un país que a diario presencia crímenes contra niños, niñas y adolescentes, y que muchas veces guarda silencio, como si una tragedia tapara a otra.

En medio de la desolación, y sabiendo que nada ni nadie podrá devolverle a su niña, la madre, sus familiares, allegados y toda la comunidad levantan su voz para exigir que este infanticidio no quede impune y que se adopten medidas que eviten que más tragedias como la de este domingo se repitan.

Madre de la menor relata los hechos previos a la tragedia

De acuerdo con la información conocida, l

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