Ruíz aprendió el oficio hace 19 años gracias a un familiar / Marco Landaverde
A pesar de que la música producida por el organillo, antiguo instrumento de origen europeo, es común en la Ciudad de México y otras urbes del país, Yucatán no se destaca por ser escenario de esta tradición, de que la restan pocos representantes.
Ignacio Ruíz , capitalino, y orgullosamente organillero, aprendió el oficio hace 19 años, y desde hace tres, tomó la determinación de probar suerte en la tierra del venado y del faisán, en donde, asegura ha sido bien recibido.
Cuenta que además de Mérida , ha tenido la oportunidad de tocar sus melodías en sitios como Valladolid , Tizimín , Ticul y Oxkutzcab . Con una sonrisa pintada en el rostro, interactúa con los transeúntes, quienes ocasionalmente se