La princesa Charlène de Mónaco se ha consolidado como uno de los referentes de moda más discretos pero sofisticados de la realeza europea. Esta vez lo volvió a demostrar al aparecer en un evento con un vestido largo estampado. Una elección que no solo resalta su porte relevante, sino que también confirma cómo este tipo de siluetas pueden convertirse en las mejores aliadas para mujeres que desean estilizar su figura, especialmente de los 40 en adelante.

El look elegido por Charlène combina modernidad, sobriedad y una paleta de colores que se adecúa perfectamente a la transición de la temporada, dándole la bienvenida al otoño de la forma más refinada posible.

El poder del vestido largo

El pasado lunes, la princesa de Mónaco recibió en el palacio a los representantes de la Société des Ba

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