El estadio de la Juventus es más bien un hospital cardiáco. Cuando todo se tuerce para el equipo alpino el gol es su faro. Este equipo de Igor Tudor no entiende de razones más que atacar y ser atacado. Así como le hacen goles, los revierte. En su presentación dentro de la Champions League 2025-26, intercambió golpes con el Borussia Dortmund hasta dejar el empate de 4-4. Si apenas el fin de semana en un duelo de locura le ganó 4-3 al Inter, ahora no fue la excepción.

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Todo pasó en un segundo acto. De un primer tiempo pasivo se traspasó a un frenesí salvaje de goles y llegadas. Cierto es también que merece un reconocimiento Dusan Vlahovic que fue relegado al banquillo por Openda extrañamente y saltó al campo para remediar l

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