Desde que uso la Inteligencia Artificial ya no viajo a ningún sitio. Si quiero ir a Egipto, por ejemplo, me voy al ordenador cojo una pirámide, la de Keops sin ir más lejos, pongo una fotografía mía delante, le doy al botón para que la imagen salga en 3D y ¡zas!, ya he ido a la ciudad por donde pasa el Nilo. Me hace unos vídeos estupendos y encima, una voz metálica, la de Sidi, creo que se llama, me explica como si fuese un guía todo lo concerniente a la pirámide en la que estoy.
Hace poco tuve en casa a un amigo y cuando le enseñé el vídeo me preguntó: “¡Coño! ¿Cuándo has estado tú en Egipto?”. Le dije que hacía dos veranos y se lo tragó sin más. Otro día mi mujer me insistió en que fuéramos a París. Ir a París es ese derecho que todas las esposas tienen. Cogí una foto nuestra de cuando