La madurez, valentía y entereza que mostró Emiliana Arango Restrepo en la final del WTA 500 de Guadalajara es producto no solo de su carácter y talento, sino de un trabajo que lleva años. Desde que era una niña, sus sueños han sido, ser la número uno del mundo y ganar un Grand Slam . Ahora, en el mejor año de su carrera por los buenos resultados que ha obtenido–ha jugado tres finales y ganó un título, todas en México –, Emiliana sigue soñando, un poco más aterrizada, pues es consciente de todos los peldaños y sacrificios que ha subido y que tiene que escalar aún para cumplirlos.
En el 2024, además de ingresar al Top-100 de la WTA , le permitió medirse ante jugadoras top, como Iga Świątek , de quien aprendió muchas cosas, porque, como ella dice, de las derrotas es de donde más