Aunque parezca increíble, existe un país en el mundo que todavía no ha llegado al año 2025: Etiopía. Allí, sus habitantes se encuentran en pleno 2017 gracias a un calendario propio que difiere notablemente del gregoriano, utilizado en la mayor parte del planeta.

El calendario etíope mantiene una diferencia de unos siete u ocho años con respecto al internacionalmente adoptado. Esto significa que, mientras gran parte del mundo ya avanza en 2025, Etiopía celebró en septiembre de 2024 el inicio de su año 2017.

Una de las particularidades de este sistema es que está compuesto por trece meses: doce de ellos de 30 días exactos y un mes adicional llamado Pagumē , que incluye los días sobrantes para completar el ciclo anual.

Esta forma de medir el tiempo no solo refleja la riqueza cultural e h

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