El Presupuesto 2026 está alineado con las exigencias y acuerdos que pactó el Gobierno de Javier Milei con el Fondo Monetario Internacional (FMI) . Tal como pidió el organismo , el proyecto pasa la motosierra por el gasto social y los subsidios a la energía . Aunque el Gobierno también se tomó sus libertades para ensayar proyecciones macroeconómicas que se alejan de lo prometido a la entidad.
Un desvío respecto de la hoja de ruta del Fondo es la proyección de superávit fiscal. Si bien la entidad esperaba que Milei cumpliera con el acordado 2,2% del PBI para el próximo año, en el cálculo primario, la ley de leyes establece que la meta es del 1,5% y del 0,3% luego del pago de los intereses de la deuda . La explicación radica en las previsiones de recaudación y un mayor gasto,