El consumo de proteínas se ha vuelto una tendencia global, con productos como batidos, barritas, polvos, cafés y hasta alimentos tradicionales reformulados en versiones “altas en proteínas”. Este macronutriente cumple funciones vitales: formar y reparar músculos, producir enzimas, hemoglobina y queratina, y sostener múltiples procesos en el organismo. La recomendación general es de 0,75 g de proteína por kilo de peso corporal al día (aprox. 45 g en mujeres y 55 g en hombres). Si bien la proteína es esencial, un consumo excesivo no aporta beneficios adicionales significativos y puede generar efectos negativos como presión sobre los riñones, cálculos renales, pérdida de salud ósea, náuseas y otros malestares.
Por otro lado, la fibra , un nutriente muchas veces olvidado, es fundamental