La ilusión se apaga en un pispás.

Un único acelerón en el pasillo del triple, la batida, hop-hop y ya. No hay tercer impulso. Tampoco hay más intentos.

Mientras está en el aire, a Jordan Díaz (24) se le desconfigura el rostro. Ha sentido un pinchazo en el cuádriceps, no rebota más, se deja ir, aterriza en el foso de tierra y parece santiguarse.

Algo se ha roto ahí.

-He notado el pinchazo y ya, no he querido arriesgar más.

No vuelve a intentarlo: el campeón olímpico del 2024 se despide de Tokio.

En el 200, Jaël Bestué alcanza la semifinal y en la distancia masculina, el niño Gout Gout también sigue

Mientras sus adversarios aún se están desperezando, analizando el escenario y el rebote en este dinámico pasillo tokiota, Jordan Díaz recoge los bártulos, la mochila y la sudadera, y se ma

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