Cada 15 de septiembre arranca la Herencia Hispana. Un mes que no solo celebra los colores y las banderas, sino también una historia menos conocida: cómo el español consiguió un lugar oficial en la política y la televisión estadounidense.
Un momento donde cultura, espectáculo y política se encontraron en un escenario cercano a la Casa Blanca, con un presidente republicano improvisando unas palabras en español. Lo que parecía un festival musical se convirtió en un hito simbólico de visibilidad para millones de hispanos en Estados Unidos. Y, como en toda buena historia política, la ironía estuvo presente: el reconocimiento público coexistía con tensiones privadas sobre el control de los medios.
Compartimos con ustedes un escrito del Executive Chairman de Tiempo Company, Javier Marín, que no