En tiempos diferentes, Amado Carrillo Fuentes y Hernán Bermúdez Requena tuvieron dos cosas en común: ambos se dedicaron al tráfico de drogas y escogieron a países de Sudamérica para huir y ocultarse. Carrillo habitaba eventualmente una casa en la colonia Reforma de Cuernavaca, muy cerca de la Casa de Gobierno, y además era dueño de la hacienda La Luz, en Tetecala, en cuya alberca se habría ahogado su pequeña hija Amadeta. Apodado “El Señor de los Cielos”, el 4 de julio de 1997 fue operado para una cirugía facial por un grupo de médicos que pocos días después fueron asesinados y sus cadáveres hallados en el puente Mezcala de la Autopista del Sol.

El contexto: un año más tarde. El capo del narcotráfico tenía propiedades en Morelos –la ex hacienda La Luz en Tetecala– y habitaba una quinta ce

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