Matías Moreno

Mauricio Macri transita un tiempo de silencio. Aún no dejó trascender sus sensaciones e impresiones respecto del duro revés que sufrió el gobierno de Javier Milei en la elección bonaerense, donde el peronismo le sacó una ventaja de casi catorce puntos al frente que conformaron La Libertad Avanza (LLA) y Pro. Tampoco dijo una palabra sobre el caso de Spagnuolo, que desató una tormenta política en la Casa Rosada, o se refirió a la decisión del Presidente de suavizar su discurso y ensayar un giro conciliador tras la derrota del oficialismo nacional en el test crucial de la provincia de Buenos Aires. Menos aún salió a responder los gestos que ensayaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para reconstruir los puentes con él y, so

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