En los últimos años el pádel se ha democratizado y ya no arrastra el estigma del deporte pijo y elitista que triunfaba en un sector determinado. Aquel deporte a caballo entre el squash y el tenis, que en la década de 1990 se asoció al expresidente español José María Aznar, vive un auge desde la pandemia. A Aitana Solán Domenech (Mungia, 21 años) la afición le llegó antes. Durante su infancia y adolescencia ha combinado el tenis con el pádel , la raqueta de cuerdas y la pala con agujeritos. Dos disciplinas deportivas que muchas veces se ven como primos hermanos, pero que tienen sus características propias y más diferencias de las que parecen.
“En el tenis se suele jugar muy liftado, mientras que el pádel es más de contener el golpe ”, señala Aitana, una de las jugadoras vascas más dest