Como ya viene siendo habitual en los últimos años, la feria de Albacete se cerró con una corrida de , dando sentido al mimo y cuidado con que se elige el ganado para este serial, y a la seriedad con que se trata el apartado ganadero. Y como también es costumbre, hubo una muy buena entrada —y más si se tiene en cuenta que era ya día laborable, hacía un calor sahariano y había televisión en directo— para decir adiós a la feria.

Pero no fue agradable este último plato. Trajo un lote con bastante desigualdad en cuanto a peso, con diferencias notables entre ellos y también de juego dispar, con el común denominador de su nada fácil trato. Un postre con acíbar que a alguno se le atragantó.

Regateó y buscó las zapatillas ya de salida el primero, bregando con eficacia y sentido . Derribó al ca

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