El hombre acusado de disparar a Charlie Kirk dejó un rastro de pruebas y no tuvo forma de eludir el señalamiento de sus padres, según demostraron documentos judiciales.

En las caóticas horas que vinieron después del el miércoles pasado, Tyler Robinson envió un mensaje de texto a la persona que vivía con él y era su pareja sentimental, que se encontraba en casa a unos 400 kilómetros de distancia, y le dijo: “Deja lo que estás haciendo, mira debajo de mi teclado”.

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