El estudio reportó que 39.2 % fue separado de algún pariente

LA JORNADA

Más de 44 por ciento de un total de 278 migrantes deportados entre mayo y julio pasados hacia Nogales, Sonora, vivieron más de 10 años en Estados Unidos, lo que generó rupturas sociales que socavan el derecho a la vida familiar y a la estabilidad comunitaria, revela un informe de la Iniciativa Kino para la Frontera.

En el estudio Ellos no me dejaron decir adiós , la organización binacional también indica que 39.2 por ciento de este total de deportados reportó haber sido separado de algún pariente, en la mayoría de los casos de sus parejas e hijos, muchos de ellos ciudadanos estadunidenses.

Esta práctica implica la negación del derecho a la reunificación familiar y provoca efectos devastadores en la salud emocion

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