Ciudad de México.- Brillante. No hallo otro mejor adjetivo para calificar el desempeño de Claudia Sheinbaum en el histórico acto donde por primera vez una mujer dio el tradicional Grito de la Independencia. No tengo sino elogios para ella en esa ocasión tan significativa. El atuendo de la Presidenta fue elegante sin ser llamativo; su porte gallardo, y digna su actitud. A diferencia de su antecesor no lanzó mueras, ni consignas partidistas, ni arengas semejantes a aquellas tan ramplonas y fuera de contexto como "¡Viva el amor al prójimo!" o "¡Muera la avaricia!". Me gustó que haya vitoreado a mujeres antes no reconocidas y que contribuyeron también a darnos patria, como "La Capitana". Motivo de controversia podrá ser el hecho de que a doña Josefa Ortiz de Domínguez le haya quitado el apelli

See Full Page