Tras el rechazo a los vetos presidenciales de Javier Milei en Diputados, la ley de financiamiento universitario quedó a medio camino: todavía debe ser discutida en el Senado para convertirse en una norma vigente. El proyecto, impulsado por la oposición, apunta a garantizar previsibilidad presupuestaria en universidades públicas, hospitales universitarios y programas de ciencia y técnica, en un escenario de alta inflación y conflicto en el sistema educativo.

La iniciativa cobró fuerza luego de meses de reclamos de rectores, docentes y estudiantes que denunciaban la falta de recursos y el riesgo de paralización en varias instituciones. Aunque la Cámara baja ya dio el primer paso, el Gobierno insiste en que se trata de una medida “fiscalmente inviable” y apuesta a frenar su avance en la Cáma

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