En el municipio de La Calera, a pocos kilómetros de Bogotá, crece la inconformidad de varios actores políticos y sociales por la concesión de aguas que desde 1983 mantiene la multinacional Coca-Cola.
El debate se reavivó luego de que la congresista María del Mar Pizarro publicara unas fotografías denunciando que la empresa ha tapado con cemento varios manantiales. Mientras tanto, Coca-Cola ha asegurado en varias ocasiones que no se ha cometido ninguna infracción.
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Algunos habitantes de la zona, ambientalistas y defensores de derechos humanos acusan a la compañía de sobreexplotar los manantiales que abastecen a la quebrada San Lorenzo , una de las princi