Un giro en la política de inmigración de Texas toma una nueva dimensión. Documentos a los que accedieron medios de prensa revelan la creciente participación de la policía estatal, el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS), en una ofensiva que hasta ahora era competencia exclusiva de las autoridades federales.
La información confirma que, entre enero y septiembre, la policía estatal registró más de 3.100 arrestos como parte de equipos especiales creados por orden del gobernador republicano Greg Abbott.
El dato oculto detrás de las cifras que circulan en 2025 es que la policía de Texas detiene a inmigrantes por presuntas violaciones a las leyes federales. El 88% de los arrestos se hicieron únicamente por este motivo. Esta labor, en el pasado, era una potestad de la agencia