El palacio de Vistalegre ha sido testigo del pendulazo populista en España, ha pasado de albergar los aquelarres de Podemos a los de Vox. El PP sufre durante estos días las mismas amenazas que atenazaron al PSOE a partir de 2014, el riesgo de un adelantamiento por el extremo: un riesgo que es poco probable, aunque no imposible, y que causa pavor, nerviosismo y confusión en las filas. Al sondeo de 40dB se suman el de GAD3 y el nuestro de DYM, todos en la misma dirección, para apuntalar la certeza de que Vox crece a costa del PP. Ni la amnistía ni el cupo catalán ni Begoña Gómez ni el hermano de Sánchez ni las putas de Ábalos ni Koldo logran elevar a Feijóo como el presidente querido.

El PSOE superó aquella etapa porque Pedro Sánchez entró en el territorio de Podemos con una estrategia que

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