En los últimos años, muchas personas empezaron a hablar con sus mascotas como si fueran interlocutores reales. Este gesto, que parece una muestra de cariño, tiene un trasfondo psicológico que va más allá del vínculo afectivo.
La ciencia lo estudia como una forma de comunicación que refleja rasgos profundos de la personalidad.
La tendencia a conversar con animales se relaciona con el antropomorfismo , es decir, la costumbre de atribuirles cualidades humanas. Este comportamiento no solo muestra ternura, también indica cómo una persona se vincula con su entorno y con los demás.
¿Qué rasgos psicológicos se asocian a este hábito?
Empatía
Quienes hablan con sus mascotas suelen ser más sensibles a las emociones ajenas. Reconocen gestos, estados de ánimo y reaccionan con afecto. Est